6.7.06

Aguas con los baches

Este hijo de la fregada casi me quita la vida.
Iba yo muy jocosamente montando mi bicicleta rumbo a casa, tarareando Eleanor Rigby como cualquier joven de bien... cuando de pronto de la nada aparece un pesero que evidentemente se dirigía hacia mí con intenciones hostiles, yo, muy hábilmente, lo esquivé en un movimiento lleno de gracia, pero Oooohhhh destino cruel, que bajo la mirada y que veo algo cien veces peor que cualquier pesero-man hostil:

Un maldito bache del tamaño de la república checa arremetió salvajemente en mi contra...
Y ps que me caigo y me recontramato y fue un show.

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