
"Bla bla blablabla..." Decía el maestro, mientras señalaba el lado obscuro de la luna.
Su pupilo, inocente criatura, no entendía un coño de aquello, porque en vez de mirar hacia donde señalaba el dedo de su sensei, se clavó en la textura de la mugrita entre sus uñas.
Jajaja... muy bueno.
ResponderBorrarEs como eso de "Mira... mi dedo".
O "Mira... ¿qué tengo en la uña?"
:P
Excelsisisisimo todo el blog
ResponderBorrarsoy fan
vi el blog y me dió mucha hambre, jejeje
ResponderBorrares bueno lo del maestro, siempre así me pasaba en la escuela... =(